viernes, 7 de mayo de 2010

LA TRISTE NIÑA GRIS

Déjame que te cuente
Que te diga lo que fue,
La historia de la niña gris

Mojando sus ojos creció,
Al pie de un árbol
Su dolor atizo

El tiempo su alma añejo,
Con un golpe de corta inmadurez,
En sus años mozos envejeció

A su madre muy niña, ella perdió,
La tierra cubrió aquellos viajes de dolor sin fin,
Tan tiernita ella quedo

Aferrada a la luna muchas veces ella la llamo,
En silencio... su nombre susurro.

En la oscuridad... 
mamá...mamá... pidió
ahogada de pesadillas nadie la salvo,
Mamá nunca estuvo ahí…

Tan pronto el tiempo paso,
ella creció...
Su falta de amor la descubrió,
y el destino en tres la partió.

Destinada a una vida nueva,
en mujer se convirtió
con un fruto en el vientre avanzo

Sujeta, y a su suerte, igual la espero,
buscando darle lo que a ella más le falto,
Una madre con quien crecer.

Fue un verano que la parió, 
fruto de un joven amor...

Pronto con su hijo en brazos marcho,
descubriendo un amor que jamás antes sintió,
Madre, niña, mujer.

Pero a pesar de surfear los obstáculos posibles,
el tiempo gris volvió,
quedando sola, sola por segunda vez.

Regreso el baño tibio,
Los cielos lluviosos y
los ojos marchitos tras cada llovizna

Sola, sola, sola…
Ella sola murió,
Nadie la cuidó cuando ella enfermo.

Hoy, sobre su tumba crece una flor gris
y bajo ella, un rio nunca deja de fluir,
lagrimas que ella derramo...
las derraman hoy, aquellos que jamás
la supieron amar.

Hoy pienso en aquella niña,
“La niña gris”
Que en el cielo ha de sonreír al fin.


ACUÉRDATE


Acuérdate de mí
Cuando la luna veas
Y de mis manos tibias
Cuando tu rostro cogían.

Acuérdate del llanto mío,
Aquella agua silenciosa
De mis ojos perdidos
En aquella sínica esquina.

Acuérdate de mí
Cuando la luna cambie
Cuando diga basta y
Caiga el ultimo brillo.

Acuérdate de mí
Cuando del cielo azul
Caigan las aguas porque
Serán tuyas y no mías.

Acuérdate de tu puño
En mi corazón y no olvides
Ver bien porque no seré yo
la que veas esta vez.