Para llegar a ti…
me hizo falta derramar lágrimas,
sentir él sin sabor de la desdicha
y la amargura de la derrota.
Para llegar a ti…
Fui prisionera de la soledad
que se hizo compañera…
fiel mezquina enrollada en
mi cintura.
Para llegar a ti…
Vi pasar veranos a ciegas lunas,
tragos agrios a sal quemada…
condenas tristes a rojo fuego.
Para llegar a ti…
mi sed se hizo agonía… vil seca,
la duda un charco en lágrimas…
rodando hacia la herida.
Para llegar a ti…
mi nombre se hizo coro
en cánticos de muerto,
oh… lamentos a pie descalzos.
Oh…
Para llegar a ti…
punzaron y dolieron heridas pasadas,
descansaron alegrías con gotas saladas,
florecieron dudas…
cegando candores…
con negros hollines.